No tome estas espectaculares imágenes de Mercurio (debajo del salto) por sentado. Otro está programado para enero.
Pero todo lo que hará es retrasar el final de la misión de larga duración, la primera en orbitar Mercurio, hasta principios de 2015, escribió el Laboratorio de Física Aplicada de Johns Hopkins en una actualización. Estas maniobras "extienden las operaciones orbitales y retrasan el inevitable impacto de la sonda en la superficie de Mercurio hasta principios de la próxima primavera", dijo la organización en un comunicado.
Hasta que MESSENGER (Superficie de Mercurio, Medio Ambiente Espacial, Geoquímica y Rango) voló por Mercurio por primera vez en enero de 2008, sabíamos muy poco sobre el planeta. Las únicas imágenes de primer plano provenían anteriormente de Mariner 10, que pasó varias veces en 1974-75. Después de algunos sobrevuelos, MESSENGER se estableció en órbita en 2011.
En ese breve lapso de años, MESSENGER nos ha enseñado que Mercurio es un planeta diferente de lo que imaginamos. En un comunicado celebrado en agosto celebrando el décimo aniversario del lanzamiento de la nave espacial, la NASA identificó varias cosas que hicieron especial la ciencia de MESSENGER:
- La alta densidad de Mercurio en comparación con otros planetas sigue siendo un misterio. Las investigaciones de MESSENGER encontraron una superficie que no contenía mucho hierro, sino muchos materiales volátiles como el sodio y el azufre.
- La superficie tenía volcanes y todavía tiene hielo de agua en cráteres permanentemente sombreados cerca de los polos.
- Su campo magnético produce efectos extraños que aún se están examinando. La NASA habla de "explosiones inexplicables de electrones y distribuciones muy variables de diferentes elementos" en su tenue atmósfera, llamada exosfera.
"Lo único que lamentamos es que no tenemos propulsores suficientes para operar otros 10 años, pero esperamos los increíbles retornos científicos planeados para los últimos ocho meses de la misión", dijo Andy Calloway, gerente de operaciones de la misión MESSENGER en la Universidad Johns Hopkins. Laboratorio de Física, en el momento.
MESSENGER ha realizado varias maniobras de aumento orbital en los últimos meses para prolongar la misión lo más posible. El primero en junio ajustó su órbita a entre 71.4 millas (115 kilómetros) y 97.2 millas (156.4 kilómetros), mientras que el segundo en septiembre bajó: un mínimo de 15.7 millas (25.2 kilómetros) a 58.2 millas (93.7 kilómetros).
A fines de octubre, la altitud mínima del MENSAJERO era de 115.1 millas (185.2 millas) y le tomó aproximadamente ocho horas orbitar Mercurio. Una vez que finalmente se estrelle, se espera que BepiColombo de Europa y Japón sea la próxima misión en órbita de Mercurio. Se lanza en 2016, pero tomará varios sobrevuelos de planetas para llegar allí y no llegará hasta 2024.