Se cree que el Universo tiene 13.700 millones de años. Eso significa que se formó solo unos pocos cientos de millones de años después del Big Bang.
La estrella, HE 1523-0901, fue descubierta por el VLT del Observatorio Europeo Austral. Los astrónomos supieron de inmediato que tenía una estrella vieja, pero la técnica para fecharla con precisión es bastante difícil. El método es similar a la datación por radiocarbono, donde los arqueólogos usan las cantidades aproximadas de isótopos de carbono para medir la edad de los artefactos antiguos.
En esta situación, sin embargo, los astrónomos utilizaron el VLT para medir la abundancia de los diversos elementos radiactivos, como el torio y el uranio. Una vez que la estrella se formó originalmente, sus elementos radiactivos comenzaron a decaer, cambiando a otros elementos. Al conocer la tasa de descomposición y al poder medir estos elementos con tanta precisión, pudieron determinar las edades de la estrella a los 13.200 millones de años. El truco consistía en encontrar elementos que decayeran a un ritmo establecido, pero que seguirían existiendo después de miles de millones de años de decadencia.
Fuente original: Comunicado de prensa de ESO