Un hombre en Canadá "sufrió una sobredosis" de regaliz al beber demasiado té de regaliz, lo que provocó que su presión arterial se elevara a niveles peligrosos, según un nuevo informe del caso.
El hombre de 84 años fue a la sala de emergencias (ER) después de que le tomó la presión arterial en casa y notó lecturas muy altas. También estaba experimentando dolor de cabeza, sensibilidad a la luz, dolor en el pecho y fatiga, junto con hinchazón en las pantorrillas, según el informe, publicado hoy (27 de mayo) en el Canadian Medical Association Journal.
En la sala de emergencias, la presión arterial sistólica del hombre (el número "superior" en una lectura de presión arterial) era de casi 200 mm Hg. La presión arterial normal es de 120/80 mm Hg. Los médicos consideran que cualquier medida de presión arterial superior a 180 para la presión arterial sistólica (o superior a 120 para la presión arterial diastólica, el número "inferior" en una lectura) es una crisis hipertensiva que requiere atención médica inmediata.
Los médicos de la Universidad McGill en Montreal trataron al hombre con varios medicamentos para reducir su presión arterial alta, y sus síntomas mejoraron en las siguientes 24 horas.
Más tarde, el hombre dijo a los médicos que había estado bebiendo uno o dos vasos de té de regaliz casero al día durante las últimas dos semanas. Este tipo de té está hecho de las raíces de la planta de regaliz, Glycyrrhiza glabra. Es una bebida popular en Egipto, donde se la conoce como "erk sous", escribieron los autores en el estudio.
Según la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA), se sabe que consumir demasiada raíz de regaliz o dulces con sabor a raíz de regaliz, incluido el regaliz negro, es tóxico.
Esto se debe a que la raíz de regaliz y el regaliz negro contienen un compuesto llamado glicirricina, que puede provocar la caída de los niveles de potasio en el cuerpo. Esto, a su vez, puede provocar efectos en la salud, como presión arterial alta, ritmos cardíacos anormales e hinchazón, según la FDA.
La FDA regula la cantidad de glicirricina permitida en los alimentos, pero aún así recomienda que las personas eviten comer grandes cantidades de regaliz en cualquier momento. (Cabe destacar que muchos productos de "regaliz" o "con sabor a regaliz" fabricados en los Estados Unidos en realidad no contienen regaliz, sino que están aromatizados con aceite de anís, que tiene el mismo olor y sabor, según la FDA).
En el caso actual, el hombre sabía sobre el vínculo entre el regaliz y la presión arterial alta, pero no creía que estuviera consumiendo demasiado regaliz, según el informe.
El caso destaca una oportunidad para que los médicos "eduquen a sus pacientes con hipertensión sobre los posibles efectos adversos del regaliz para prevenir complicaciones relacionadas con el regaliz", concluyen los autores.